La historia en nosotros

"Somos por primera vez en nuestra historia, contemporáneos de todos los hombres"....Octavio Paz

miércoles, 23 de mayo de 2012

Apuntes sobre la crisis financiera internacional


Desde el 2004 el mismo Krugman, con la observación de las variaciones cambiarias, concluye que ninguna nación por más sólida que esta sea en sus estructuras económicas, está exenta de posibles recesiones. No se equivocó, puesto que una de sus estimaciones estaba dirigida a los EUA.
Cuando fue el shock del imaginario tecnológico en el sistema financiero mundial aunado a los conflictos bélicos originados por la intervención del terrorismo a principios del siglo XXI, Estados Unidos, tiende a limitación de su productividad mundial y al endeudamiento progresivo, tomando como apalancamiento los mercados financieros. De esta forma su política monetaria quedó vulnerable a la volatilidad de los mismos mercados.
Desde el 2002 se quiso reactivar la confianza y expectativa del consumo con respaldos productivos para lograr bienestar, como parte de la política de Estado y la Social (estrategia para justificar la intervención militar a Irak). Entonces, el gobierno de Bush, promovió la “democratización del crédito hipotecario”, esto residía en la apertura por parte del sector bancario a los créditos hipotecarios para todas aquellas personas que lo solicitaban, cumpliesen o no cumpliesen con los requisitos.
Lo anterior aumentó el riesgo y la expectativa futura, las tasas de interés eran muy bajas (1.5%), la condición era retroactiva  mientras se regularizaba el mercado laboral (disminuía la tasa de paro), se pagaría una tasa de interés baja en el corto plazo y una alta en el largo plazo; de esta forma también garantizaban mayor liquidez y manejo de los valores bursátiles de las principales empresas hipotecarias del país y del mundo, cuyas participaciones financieras eran realmente significativas en Wall Street y otras bolsas del mundo. A este tipo de créditos se les conoce como Subprime.
La disminución de la mano de obra por las contracciones de la migración, impactó en la oferta de trabajo, reduciendo los salarios nacionales, esto se explica por los movimientos del mercado y el análisis del pleno empleo keynesiano, así como la descapitalización de mano de obra de los EUA siendo un país industrializado, tal como lo indica la “paradoja de Leontief”. Lo que contrajo la economía norteamericana fue la disminución del Gasto público en sectores estratégicos a costo de oportunidad del financiamiento de la guerra con Irak, afectando los niveles productivos de acuerdo a la lógica de Fleming: la consecuencia era un desplome del mercado cambiario o de divisas, la disminución de la inversión, aumento de los niveles de propensión marginal al consumo, tasas negativas en el ahorro y parte de la desaceleración de la economía de ese país (FED, 2008).
El sector hipotecario comenzó a perder liquidez y sus niveles de apalancamiento sobrepasaron sus activos, esto contrajo la circulación monetaria de los bancos, disminuyendo los niveles de crédito, provocando una reacción de insistencia en una posible alza del interés nominal, debido a que la inflación se encontraba baja. Los valores y las acciones de los bancos, comenzaron a devaluarse, afectando directamente a los rendimientos esperados en el corto plazo. Los niveles de exigibilidad aumentaron por parte del sector bancario y del hipotecario, y el mercado de bienes o real sufrió ciertas consecuencias, puesto que la sociedad al aumentar su propensión marginal del consumo y reducir el consumo en términos absolutos y estar altamente endeudada por el efecto electrónico de las tarjetas y la falta de solvencia (economías domésticas) optaron por vender algunas de sus propiedades (casas) aumentando los niveles de depreciación, llevando en declive a la industria de la construcción y disminuyendo el valor agregado de la misma, provocando un desajuste de los estados estacionarios ya que el coste del bienestar comienza a ser más alto que en años anteriores.
La reacción por parte del IPC no se hizo esperar, cayó en varias ocasiones desde el 2007 (Agosto, Octubre, Diciembre) y casi todo el 2008 (Enero, Junio, Septiembre, Octubre y Noviembre). Todo indicaba que más de 51 millones de familias norteamericanas perderían algunos rendimientos (sistema de pensiones) por la caída de las bolsas del mundo, comenzando por el debilitamiento de la de EUA (El financiero, Septiembre, 2004); 25 billones de dólares se esfumaron de forma inverosímil en menos de unos años, esto equivale a 11 veces el PIB de México.
La resolución de la FED era disminuir la tasa de interés al uno por ciento sacrificando los rendimientos esperados del mercado financiero, con la finalidad de aumentar la solvencia de la sociedad, algo que nunca pasó, al contrario, comienza la recesión; los inversionistas deciden cobrar sus utilidades (60% de decremento), depositando sus valores en bancos europeos, provocando el aumento de la demanda de dólares, generando así una reacción positiva en la Curva LM y reduciendo la IS; siendo la industria automotriz una de las más afectadas y la causa de la sobrevaluación del dólar, no como una moneda fuerte, si no como un tipo de cambio nominal endeble, sujeto al capital financiero, llegando a sus rendimientos marginales, producto del incremento de los niveles de deuda y las restricciones de los bonos del tesoro de la FED, puesto que el paquete presupuestal de 600 mil millones de dólares como medida de recuperación económica logró incrementar los niveles de deuda de EUA, así como la inserción más participativa de los especuladores, reflejándose en la burbuja financiera del momento.
Comercialmente esta reacción financiera afectará al mercado real por la situación de Norteamérica con el mundo (globalización) y el incremento de los precios relativos internos dados los tipos de cambio real, desajustando la balanza de pagos de varias naciones, como la México, y originando la incertidumbre de aumentar o disminuir los niveles deficitarios que ya presentan, así como una muy posible devaluación que ya está en puerta. Este efecto de recesión, está acompañado por las contracciones de los commodities  que “no tienen sustento productivo, ni bases reales que las mantengan. Son solo acciones especulativas, que cuando cambian las expectativas de la economía, todo ello se derrumba, tal como ha venido aconteciendo” (Huerta, 2008).
La crisis estructural de los EUA, impactó al mundo, esta irrupción se ha visto reflejada en el desempleo y el estancamiento de la economía mundial, en donde solo China persiste (como explica la teoría de la dependencia). El problema de la recesión es que las pérdidas de las multinacionales son expuestas como costos a la sociedad y capital muerto, para no reducir los márgenes de utilidad (disminuir pérdidas y eficientar procesos), mientras que la política de Estado, solo se basa en los “remedios caseros” de la economía de mercado.
Hoy en día, ha existido una serie de foros y reuniones internacionales en donde se ha expuesto lo siguiente:
•          La reordenación del G7 e incluir a potencias emergentes (BRICs)
•          La modificación de la arquitectura financiera
•          Vías hacia un nuevo paradigma económico (al parecer el neoliberalismo no funciona).
Castaingts (2008) remarca un punto interesante, y es el de la tendencia a agudizar los monopolios y oligopolios dados los niveles de confianza de la unión de la producción o monetaria. Huerta (2008) hace énfasis en los yerros del modelo económico imperante; el mismo Samuelson (Octubre, 2008) en el artículo Adiós al capitalismo de Hayeck y Friedman escribe: “un libre mercado sin la participación de un Estado, es un mercado suicida”.
En definitiva, todo lo que planteó el neoliberalismo, realmente ocurre en sentido inverso, el modelo que fue diseñado para disminuir costos, aumentar utilidades, concentrar el capital y restablecer la unión monetaria, hoy en día no ha logrado la mayoría de sus fines, “un paradigma de interpretación de la realidad correcta y de percepción de la realidad incorrecta”.
El mundo se encuentra en un replanteamiento de sus estructuras, la globalización está un estado de sensibilidad, donde la teoría y la práctica se han reducido a cenizas nominales y residuos cambiarios; el monetarismo ha hecho que el mundo se confíe en la fiduciaridad de sus intercambios, en que el valor depende de un precio y el precio de una anarquía donde la mano invisible no existe, existe el control de la clase en el poder.
Lenin (1987) mencionaba que las crisis tienen un efecto positivo en la sociedad, ya que su sensibilidad tiende a la proximidad del ser por el ser, solo así, cambia un paradigma: se argumenta y explica el paralelismo teórico y tangente a la teoría actual.
Este reordenamiento de factores, explica que los fenómenos de fricción indicen a la reconciliación del hombre con el pensamiento crítico, al ser humano con su entorno, al capital financiero con el capital productivo, al Estado y al mercado.
Alguna vez Nietzsche pensó en la muerte de Dios, Foucault en la muerte del hombre, y la nada en la muerte del neoliberalismo.

Referencias
1.      Banco Mundial (2001). Finanzas para el crecimiento económico. Colombia: Alfaomega.
2.      Castaingts, J. (2008) Causas de una crisis catastrófica, 29 de Octubre, Por publicarse, México.
3.      Huerta, Arturo (2006). Porqué no crece la economía mexicana y cómo puede crecer. México: Diana
                                                              i.      (2008) La crisis del modelo económico imperante, México, Diana
4.      Krugman, Paul, Obstfeld, Maurice (2001). Economía Internacional: teoría y política. UY-FCEA. Editores Addison-Wesley.
5.      Lenin, V.I. (1987). El imperialismo fase superior del capitalismo. México: Ediciones Quinto Sol.

Referencias electrónicas
1.      FED. 2008, Recuperado el 8 de Octubre de 2008, en: http://www.federalreserve.gov
2.      IMF. 2008, Recuperado el 10 de Noviembre de 2008, en: http://www.imf.org
3.      Banco Mundial. 2008, Recuperado el 12 de Noviembre de 2008, en: http://www.bancomundial.org/
4.      La Jornada. 2008, Recuperado el 15, 22 y 25 de Septiembre, 4, 15 y 20 de Octubre, 15-20 de Noviembre de 2008, en: http://www.jornada.unam.mx
5.      El Universal. 2008, Recuperado en varios periodos de Septiembre-Noviembre de 2008, en: http://www.eluniversal.com.mx
6.      Bolsa Mexicana de Valores, recuperado en varios periodos de Septiembre-Noviembre de 2008, en http://www.bmv.com.mx
7.      Wallstreet. 2008, Recuperado el 15 de Noviembre de 2008, en http://www.wallstreet.com.mx

domingo, 11 de marzo de 2012

Modelos Educativos Internacionales: Experiencias para el desarrollo del Sistema Educativo Mexicano desde la Administración Pública


Cuando se hace mención al sistema educativo, el país de referencia es Cuba. En este país, los alumnos de primaria obtienen excelentes resultados: más del 40% de los alumnos del tercer grado de primaria alcanzan en lectura el nivel más alto establecido por la evaluación, ese porcentaje es dos veces superior al registrado en Chile y México (UNESCO, 2010). Particularmente, el sistema cubano es el más radical, al definir a la sociedad toda como “sociedad educativa”, concepto difícilmente trasladable a otras latitudes (Ministerio de Educación de Chile, 2002).

En México, a lo largo de su historia, se ha construido un modelo educativo donde el Estado controla la regulación y planeación de la educación nacional; dicho modelo está basado en principios de obligatoriedad, gratuidad y laicismo, respaldados en la Constitución mexicana. Así mismo, ha creado instituciones como la SEP (Secretaría de Educación Pública) para que sea la ejecutora y supervisora de la educación; en un principio se creó un modelo educativo basado en las ideas vasconcelistas sobre el alcance para todos y que motive a la unidad nacional, ideas que por cierto, persisten en la política educativa cubana.

Sin embargo, después de la incorporación del modelo neoliberal y con ello la disminución del Gasto Público debido al desmantelamiento y desregulación del Estado, se ha dado más preponderancia a la competencia de la educación pública versus privada, beneficiando más a la segunda, y no se ha construido un verdadero modelo de competencias en y para los educandos, enfocado hacia el mercado de factores, específicamente al del trabajo a nivel nacional e internacional, ventaja ofuscada en el caso de Cuba por el bloque norteamericano y no aprovechada por México.

Pero la idea principal de los siguientes párrafos es describir otros modelos educativos que promueven los principios del sistema educativo mexicano, y han tenido un éxito sin precedentes, debido al buen ejercicio de su Administración Pública y a la cooperación de los actores desde lo local o regional, tales son los casos de Finlandia, Japón e India, países no socialistas que pueden servir de ejemplos para el actual sistema educativo mexicano, poniendo en evidencia que la educación es requisito indispensable para el desarrollo de cualquier país y, el Estado es el principal promotor de que esto suceda, cuestión que no ha ocurrido en México y en otros países latinoamericanos.

Modelo Finlandés
El modelo educativo finlandés se ha constituido como los mejores y más innovadores del mundo. Actualmente lidera evaluaciones internacionales, no hay universidades privadas y su educación básica es muy consistente. La carrera docente, es una de las más pagadas y de buen prestigio social, siendo un factor importante que explique el buen desempeño educativo de este país. De acuerdo a la OCDE (2010), los estudiantes mantienen altos puntajes en pruebas de matemáticas, lengua y ciencia.
De acuerdo a Jouni Välijärvi (2000, 2002 y 2008) consideró que son dos características de éxito del actual sistema educativo finlandés: la unidad y la equidad del sistema de sociedad y la formación de profesores propia.

Esto se logró gracias a la fuerte inversión en materia educativa después de la segunda guerra mundial, algo que los países africanos, algunos asiáticos y latinoamericanos no hicieron. Se construyó una fuerte red de escuelas en toda la nación y desde hace más de 60 años, el acceso a la educación fue consistente.

De manera jurídica e ideológica, se impulsó fuertemente la obligatoriedad y gratuidad de la educación, siendo el Estado, quien maneje todo el sistema educativo nacional, inclusive, solo el 9% de la población está en escuelas privadas, por lo que la educación es competencia de todos y no está de por medio el ánimo de lucro.
Esta obligatoriedad se observa en la educación básica, teniendo una estructura similar a la de México: 6 años de educación primaria y 3 años de educación secundaria. 


En materia de Gasto Público, el país nórdico invierte aproximadamente un 6% de su PIB a la educación; arriba de la inversión en México. Un reflejo de la consolidación del modelo educativo finlandés puede notarse que en las evaluaciones internacional de PISA para el 2003 para alumnos de 15 años, Finlandia ocupó el primer puesto en lectura y en ciencia, por encima de países como Canadá, Corea y Australia; en matemáticas, solo fue superado por Hong Kong; inclusive, los estudiantes de más bajo aprovechamiento sus resultados son superiores que de los propios educandos de México quien es de los países latinoamericanos que se encuentran debajo de la media de aprovechamiento, así como Argentina y Venezuela.

Regresando a lo de la formación de profesores, en Finlandia se lleva un proceso riguroso de ingreso y reclutamiento de dicha profesión, donde poco más del 20% de aspirantes pueden ingresar al sistema universitario; esto no indica un proceso de exclusión, sino de preparación rigurosa, no significa que los rechazados no estudien, sino más bien no tuvieron resultados suficientes como para dedicarse a la profesión de docente.
Otro impulso a la educación finlandesa fue la descentralización en la década de los noventa, la cual permitió darle mayor poder a los municipios y participación en la mejora del sistema educativo. Esto provocó darle mayores atribuciones a los maestros, actualmente ellos deciden sus libros de textos, el programa que sigue la escuela, fijan directivas cuestiones disciplinarias, de evaluación y la cooperación entre las escuelas y los padres. Los directores no tienen tanta injerencia política.

En resumidas cuentas, la Administración Pública juega un papel sumamente importante para evitar que se generen inequidades en función de la situación económica de las regiones y los municipios, promoviendo la inclusión de actores sociales y culturales como parte de una fuerte democratización de sus acciones en la educación pública manteniendo la siguiente lógica: no es la cantidad que se enseñe sino la calidad en la que se haga, es decir, Finlandia promueve la eficiencia y eficacia de su propia educación impulsada por el gobierno.

Modelo Japonés
El sistema educativo japonés es uno de los más sólidos y consistentes del mundo, gracias a la fuerte intervención del Estado en él. Después de la segunda guerra mundial, Japón al igual que Finlandia, decidió hacer una fuerte inversión en la educación y reconfiguró la modalidad de estudios, tipo EUA: 6 años de primaria, 3 años de secundaria inferior y 3 años de secundaria superior, siendo la educación básica, el pilar de su sistema educativo.

Una de las bases de la educación japonesa, fue la obligatoriedad, la cual se estableció desde el siglo XIX cuando se reiniciaron sus intercambios comerciales con Europa y EUA. Las escuelas hankou (Samurai) por ejemplo fueron impulsadas por los gobiernos regionales llamados HAN, la cual impulsaba la obligatoriedad de la educación, de la misma forma lo hacían las escuelas terakoya (para el pueblo).

Sin embargo, la modernización del sistema educativo japonés estuvo en relación con la protección de los intereses nacionales del Estado dado su espíritu competitivo y las dinámicas regionales que se daban entre China y Corea, que comenzaron a tomar auge después de la mitad del siglo XX. Dos fueron los rubros de tal modernización: la efectivización de la obligatoriedad y la instalación de instituciones educativas competitivas de nivel superior, con esto consolidarían la educación básica y profesional de la población, combatiendo a la inequidad social. Lo anterior se logró a través de una política educativa altamente impulsada por el Estado, de ahí la creación del Ministerio de Educación, convergiendo a los gobiernos regionales y sectores sociales que participaban anteriormente, en una política educativa nacional, es decir, comenzaron su proceso de “abajo hacia arriba”.

La política educativa, tuvo su sustento con la democratización del sistema de gobierno interno, donde promovieron el cambio de modelo de Constitución Política, cambiando el modelo alemán que aplicaban, por uno que impulsara los derechos humanos y la declaración en contra de la guerra, es decir, cooperación internacional.
Después de haber convergido en la centralización de la política educativa, se volvió a dirigir la responsabilidad política ahora a los gobiernos locales, que ya no eran constituidos en forma de feudos como los gobiernos regionales, aumentando su participación en las decisiones públicas. En ese camino de modernización imperó el paradigma de: competitividad, control, eficiencia y equidad. Combinando el sentido de crecimiento para todos.

En lo que respecta al control, el Ministerio de Educación de Japón determinó el tipo de infraestructura (con señalamientos específicos de cantidad de escuelas, profesores, demanda de alumnos, etc.) para optimizar el recurso público. También establecieron los lineamientos de supervisión de las instituciones educativas por región, logrando una uniformidad de la política pública para mantener a buenos niveles el nivel educativo de toda la nación.

En materia de competitividad, procuraron mejorar la calidad de las instituciones educativas. Así mismo, continuaron con el paradigma de “las capacidades”, las cuales debían de garantizarse con la intervención del Estado. El modelo educativo de competencias del Japón, se promueve la competencia entre alumnos, incrementando el número de postulados (motivación) y manteniendo el alto nivel académico.

En el caso de la eficiencia, el Estado japonés distribuye su limitado presupuesto hacia la formación de recursos humanos que sean importantes en sectores estratégicos de su economía, específicamente los que impulsen la modernización e industrialización. Derivado de lo anterior, es que la mayoría de los alumnos de las universidades públicas, estudiaron ciencias químicas, medicina o ingenierías enfocadas al desarrollo tecnológico. Esta clase de política hizo posible la formación efectiva de recursos humanos que sostuvieron el elevado crecimiento económico de la posguerra.

Por último, en materia de equidad, las personas sobresalientes de las diversas clases sociales tienen la posibilidad de hacer estudios superiores, debido a que las instituciones educativas han venido realizando un proceso de selección basado estrictamente en la capacidad académica de las personas, sin importar el estrato social o el nivel de renta.

En resumen, Japón históricamente diseñó su modelo educativo y se ha adecuado a dicha estructuración desde el siglo XIX y con la adecuación hacia el cambio para la protección de sus intereses nacional. La política pública descentralizada, ha promovido el desarrollo local y aspectos como control, competitividad, eficiencia y equidad en su sistema educativo nacional.

Modelo de la India
El modelo educativo de la India se rige bajo el principio de la industria de la tecnología y el conocimiento, adoptando modelo de países desarrollados como Alemania, Inglaterra y sobre todo de los EUA. Esto se puede observar en la cantidad de profesionistas indios distribuidos en todo el mundo, haciendo labores relacionadas al desarrollo de tecnología sobre todo.

A diferencia del modelo Finlandés y algo parecido al de Japón, la India ha propiciado la preparación técnica, tal como lo hicieron Francia e Inglaterra en el mercantilismo, lo que sin duda a largo plazo posicionará fuertemente al conocimiento y a la cultura, pese a que India es uno de los países que han presentado fuertes rezagos en casi todo el siglo XX.

Los modelos educativos, como el de la India, tiene como particularidad la gran inversión que llevan a cabo sus gobiernos en el sector educativo, observando cómo una política pública desarrollada con un enfoque de competitividad en sectores estratégicos de la economía, puede alcanzar resultados muy importantes y significativos, teniendo como ejemplos: la mejora de la calidad de vida y la inserción del recurso humano en la economía global de forma protagonista.

La India es un país joven de no más de 60 años desde su independencia del Reino Unido y que enfrentó los problemas de analfabetismo, desigualdad y pobreza como cualquier país de reciente creación. La política crucial del gobierno de la India fue el tomar a la educación como inversión prioritaria de largo plazo, como motor y pilar de desarrollo, algo que después de los ochenta hicieron valer, y aún más en los noventa mediante el intercambio de estudiantes y el fortalecimiento de la educación básica.

Los primeros resultados se reflejaron en el incremento de las matrículas tanto de estudiantes como de profesores, así como también de escuelas. Hoy en día y derivado del “boom” educativo, la India posee, de acuerdo a datos de la UNESCO (2010), el segundo mayor sistema académico del mundo, por arriba de países como España, Rusia, Francia, China, Inglaterra, etc.

La calidad de la educación como se ha mencionado está basada en la ciencia y la tecnología, gracias precisamente a las políticas educativas y sociales adoptadas por el Estado desde hace más de dos décadas. Recientemente se ha puesto énfasis en la necesidad de formar centros de investigación científica y técnica que han traído consigo nuevos modelos educativos basados en sectores que generan un alto valor agregado desde la educación básica o formativa. 
El sistema académico ha servido como modelo para proporcionar habilidades y competencias en el ámbito laboral profesional y técnico, que requieren las sociedades que están en vías de desarrollo.


Conclusiones
Otros sistemas educativos de economías desarrolladas, emergentes y socialistas están funcionando adecuadamente con principios e intenciones parecidas a los planteados por la estructura jurídico-ideológica del Estado mexicano, dando a entender que una de las problemáticas es la efectividad de la acción política y la funcionalidad de la Administración Pública.

El Gobierno mexicano después del proceso de incorporación del neoliberalismo y su elevación a ideología de Estado a principios de los ochenta, ha logrado un desmantelamiento progresivo de la actividad pública como eje principal del desarrollo económico, abriendo un resquicio sumamente importante para la traspolación de la dominación norteamericana en las relaciones centro-periferia y al darwinismo económico (entendido desde la ley del más fuerte) del mercado internacional presionado por los rápidos cambios tecnológicos de la globalización.

La Administración Pública debe tener en cuenta no solo en el sentido discursivo, que la educación es en términos reales el punto de cambio hacia una economía competitiva que promueve al crecimiento y desarrollo económico y social; la política neoliberal por naturaleza excluyente desde el impulso del sistema financiero a costo de oportunidad del fortalecimiento de la economía real interna, ha permeado el cumplimiento constitucional de la educación obligatoria ( por “dejar hacer”), gratuidad (por privatización), laicidad (por influencia ideológica de Iglesia-Estado), dejando en un letargo crónico al sistema educativo.

Ahora bien, la inversión o reactivación del capital, requiere en el caso de la producción con alto valor agregado, recurso humano sumamente capacitado, que desde su educación formativa, debe tener las bases para el buen desempeño de sus actividades y su debilitamiento no hace más que lograr un círculo vicioso de salarios bajos, poca especialización, procesos de explotación agudos por la estrategia internacional de la mano de obra barata como ventaja comparativa de los países subdesarrollados, altos niveles de plusvalía absoluta. Todo lo anterior: condiciones que intensifican los actuales niveles de empobrecimiento de la vida social del país.

La nula adecuación al cambio tecnológico, no solo influye en el bienestar económico, sino también provoca una exclusión de índole psicosocial, por la actitud excluyente de la sociedad enajenada por la persuasión tecnológica que desplaza al ejército social de reserva sin capacidades tecnológicas, específicamente informáticas, hacia fuera del centro, lugar de actividades poco remuneradas. 
Lo anterior es producto de la nula cultura tecnológica, es decir, se intenta lograr el acceso y uso, más no el empuje hacia la apropiación del conocimiento que mantenga una sociedad a la vanguardia, crítica e independiente.  

El sistema educativo mexicano presenta también un impedimento más, sumamente trascendente, éste es la intervención política que sirve a intereses particulares, lo que provoca que se trunquen los proyectos educativos por las alternancias de poder político (forma) y la permanencia del actual modelo neoliberal (contenido).

Retomando la experiencia de los países aquí mencionados, se pueden lograr los principios de la educación mexicana y la innovación en su sistema educativo mediante la voluntad política de la función pública, la cual impactará en sus puntos decisivos en materia de planeación, aprovechando los elementos con los que se cuentan en materia jurídica y estratégica desde lo regional y sectorial. Esta voluntad política toma como eje radical voltear la mirada hacia una vía alterna de desarrollo; mientras tanto, se debe trabajar desde la educación básica, la cual juega un papel sumamente importante y complementario para el futuro de la sociedad mexicana, desde su eficientización hasta la formación de la conciencia crítica. 


Referencias

1. Ministerio de Educación de Chile y Colegio de Profesores de Chile, 2002. “Avances del Sistema Educativo Cubano”, Agosto 2002.
2. OCDE, 2008. Panorama de la Educación 2008: Nota informativa de la OCDE para México.http://www.oecd.org/dataoecd/24/57/41288187.pdf
3.  OCDE-CERI. 1995. Our children at risk. Paris.
5. OECD, TEP. 1992. The Technology/Economy Programme, Technology and the Economy. The Key Relationships, París, OECD.
6. Olivera, Alberto J. 2002. Sociedad Civil, gobernabilidad democrática, espacios públicos y democratización: los contornos de un proyecto.
7. UNESCO, 2010. El Índice de Desarrollo de la Educación para Todos. http://www.unesco.org/fileadmin/MULTIMEDIA/HQ/ED/GMR/pdf/gmr2010/gmr2010-annex-01-edi-es.pdf
8. Välijärvi, J. (ed.) (2000) Koulu maailmassa – maailma koulussa. [School in the world – world in the school.] Report 9. National Board of Education: Helsinki.
9.  Välijärvi, J. (2008). Finlandia: los buenos resultados de su modelo educativo. Educación y Cultura.
10. Välijärvi, J. & Malin, A. (2002). The effects of socio-economic background on the school-level performances. In S. Lie.

jueves, 19 de enero de 2012

Un Vals Sin Tono



Es difícil contener mi fuerza interna y externa, no es un impulso, es una fuerza, no como en tu caso que es una ira.

Puedes juzgar y pensar con la lógica y la obviedad, de forma objetiva inclusive: causa-efecto.
Incluso puedes explicar todo con tu historia, con el simple antecedente saber por experiencia a qué le apuestas conmigo.

No te culpo si me igualas con tu contexto, ni mucho menos que guardes rencor en tu corazón, indiferencia y pierda tu perdón.

Solo me atrevo con vergüenza a pedirte una cosa: ¡Escucha tu corazón! y búscame en un verso que te recuerde a lo más parecido a la filosofía.

No me sigas en poesía, mantén la fe en el hombre por más que éste falle; puedes arrancarme de tu vida, pero no limpies ese olor que he dejado en tu piel.

Si de algo sirven estas palabras sin buena estructura semántica, permíteme imaginarte poeta, deja imaginarme músico en lo que me resta de esta historia, la mía, la tuya, la nuestra.

Por último, te suplico eterna y abstracta mujer, déjame tocarte... ahí, en un punto de silencio, en medio de un espacio vacío y eterno… un vals sin tono. 

domingo, 6 de noviembre de 2011

La influencia del Neoliberalismo en el Sistema mexicano de partidos políticos

La década de los ochenta, fue un punto de inflexión en la historia política y económica de México, puesto que derivado de la crisis mundial del capitalismo a inicios de dicha década, entró en vigor un modelo económico capitalista de crecimiento, con alta preponderancia en la política monetaria y control absoluto del Estado en las decisiones macroeconómicas, lo que provocó su gradual desregularización y desmantelamiento, cambiando la idea autoritaria proteccionista, por una autoritaria liberal, tal como había pasado en la época del México independiente.
Somuano y Flamand (2010) explican a un autoritarismo político mexicano pero con crecimiento económico. Con respecto a las elecciones, estas autoras concluyen y en parte responde a la pregunta sobre el “para qué” ajustarse estrictamente a este proceso electoral, independientemente del requisito de armonía con el concepto de democracia representativa, afirman que: “el papel singular de los procesos electorales en estos regímenes, más que un mecanismo de transferencia del poder, los comicios eran un medio de legitimación” (Somuano y Flamand, 2010: 237).
Entonces, la incorporación del neoliberalismo exaltó aún más la idea del autoritarismo liberal que continuaba con la defensa de las elecciones con la finalidad de legitimarse públicamente. Este paradigma vino a deconstruir al Estado mismo, rezagándolo a una función de vigilante de los poderes económicos y fue la empresa y sus procesos de expansión, que la acumulación de capital en el país, benefició a los dueños de los medios de producción para no solo controlar las élites políticas, sino también para la generación de monopolios que acaparan todo el ámbito económico y político en el país.
La idea de “la libre elección” se tomó como discurso político en la incorporación de dicho modelo económico de crecimiento, basado también en la implementación de la eficiencia, la descentralización, la competitividad y apertura internacional, así como la neodemocratización del sistema político.
En 1988, cuando fueron las elecciones para cambio presidencial en el país, ocurrió un suceso sin precedentes: en primer lugar, fueron las elecciones más reñidas de la historia de México y en segundo lugar, ocurrió el fraude electoral también más grande de la historia, en donde el representante del partido opositor Cuauhtémoc Cárdenas, virtualmente ganó la presidencia, obteniendo resultados a favor en la elección, sin embargo, la caída del sistema como alguna vez comentara Diego Fernández de Ceballos, candidato a la presidencia de la República por el PAN en el año de 1994: se cayó (calló) el sistema.
Derivado de este suceso, se crea el Instituto Federal Electoral (IFE) que sustituye a la Comisión Federal Electoral y se incentivó en 1989 una nueva legislación en materia electoral con la conformación formal en 1990 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE). El IFE se convirtió en la institución reguladora de las elecciones y los partidos políticos, iniciando también un proceso de ciudadanización de los procesos electorales como parte de la nueva democracia. Así mismo, se crea el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE) que depende del Poder Judicial de la Federación (Suprema Corte de Justicia) (González, 1990).
Continuando con los párrafos anteriores, el experimento de la democracia representativa aún no podía ejecutarse con éxito en un gobierno de un solo partido, demostrando nuevamente se hegemonía para el prevalecimiento en el poder, aunque años después, la competencia electoral aumentaría.
Se continuaba la lógica de la inmadurez del sistema de partidos políticos, por ende, no se puede lograr un sistema de elecciones eficaz, incluyente, justo y mucho menos democrático, a pesar que per se el concepto de democracia representativa es bien sabido que no es lo más correcto en materia de gobierno y participación ciudadana.
De acuerdo a Sartori (1995), un sistema de partidos políticos parte de las relaciones resultado de la competencia entre ellos; en México como se ha mencionado, el nivel de competencia no había sido significativo, hasta finales de los ochenta, en donde los movimientos de izquierda demostraron tener una fuerza política muy importante. Sin embargo, aunque un sistema de partidos se define por medio de las interacciones entre ellos, el hecho de que exista competencia, no significa que se llegue a la madurez del mismo, al contrario, estas interacciones se convierten en una relación de sometimiento bajo la ley imperiosa del más fuerte y para la instauración del partido oficial, que como veremos, la política neoliberal ha superado el color partidista y constituido su propio partido, sea cual sea la insignia.
En la década de los noventa se dio un cambio importante en el sistema político mexicano, puesto que se integraron un mayor número de partidos, como lo es el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido del Trabajo (PT), por lo que el aumento de la competencia política se incrementó, aunado a la incorporación de legisladores y gobernantes estatales[1] y municipales del PAN, fue contrarrestando y a su vez configurando los niveles de negociación y competencia política.
En el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), la idea de modernizar a un México anacrónico y proteccionista, se discutió e incorporó la nueva reforma del Estado, la cual de acuerdo a Aguilar (1992) se proponían tres objetos: i) el desmantelamiento del Estado, ii) la conversión del Estado propietario al Estado promotor, y iii) el surgimiento del Estado solidario. Aunque pareciera que el Estado solidario era un avance en materia de política social, no fue sino una justificación para darle prioridad a la inversión extranjera y las transferencias tecnológicas a costo de oportunidad de la reducción del Gasto Público en materia social, aunque éste conforme la mayor parte del Presupuesto de Egresos, no es suficiente para atender la imperante demanda de servicios y derechos sociales de la población mexicana que la mayoría vive en condiciones de pobreza y marginación (Méndez, 1994).
Como parte del impulso de la Reforma del Estado, se deriva la Reforma Electoral, en donde como se ha mencionado se crea el IFE, se procede en acuerdos con el PAN para lograr una cláusula de gobernabilidad aunado de la modernización del voto mediante la credencial de elector.
A finales del sexenio, una serie de sucesos macropolíticos y económicos marcarían el declive de la hegemonía de un partido, como lo fueron: los asesinatos de políticos de altos mandos, la insurrección el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) y la desestabilización macroeconómica reflejada en una de las peores crisis de la historia de México en donde la economía cayó en más de un 6%, la inflación alcanzó cifras muy altas, el peso se devalúo, hubo fugas de capitales y al inicio del sexenio de Zedillo (1994-2000) se recurrió al rescate bancario mediante el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (FOBAPROA).
Este escenario, marcó la pauta para que los partidos políticos por adecuarse al discurso de la democracia y la libre elección, cambiara la estrategia para ganar las elecciones, por lo que modificaron la oferta institucional a una población ya intolerante al modelo anacrónico de imposición gubernamental, una sociedad que demandaba mayores derechos sociales.
Cuándo el PRI fue rebasado en las elecciones presidenciales del 2000 por el PAN no precisamente se observa un avance en plano democrático del sistema de partidos políticos. Fernández-Crhistlieb, apunta lo siguiente:
La derrota electoral del PRI y el relevo del PAN en la presidencia de la República en el año 2000, contrariamente a lo esperado y deseado durante gran parte del siglo XX, no se tradujo en un cambio de régimen político ni favoreció un proceso de democratización del gobierno ni de la sociedad. Más que un partido político, el PRI había sido una escuela política, una escuela de formación de cuadros para la preservación del sistema y en esa lógica, al ser desplazado del poder presidencial se descubrió crudamente que desde hacía tiempo el PRI, efectivamente, había hecho escuela entre legisladores, gobernantes, funcionarios públicos y dirigentes partidistas de la oposición en general. (Fernández-Crhistlieb, 2007: 7)
En el año 2000 se produjo la tan deseada alternancia política y se saldaron tanto el déficit democrático de la Revolución mexicana como la incumplida promesa del sufragio efectivo. Diez años han transcurrido desde que se dio ese cambio político trascendental y el disfraz de la democracia continua, ahora ya no bajo la insignia de un partido, sino de una escuela, la cual eleva a la política económica-monetaria como ideología de Estado, es decir, no hay cambios de alternancia sea PAN o PRI mientras impere el neoliberalismo en la acción pública (Medina-Peña, 2010).
Con la implementación del neoliberalismo como modelo económico se ha instaurado en la ideología política del Estado, reconfigurando las dinámicas del actual sistema de partidos políticos en México, así como el debilitamiento al mismo Estado con la restricción del Gasto Público, por ende la merma de garantía de los derechos sociales. Se ha disfrazado a la oligarquía empresarial y política con la insignia de la “nueva democratización y liberalismo económico”, sirviéndose de la mediatización de los medios de comunicación y de sus instituciones, garantizando solamente la prevalencia y reproducción de los intereses aristocráticos, en donde la transición democrática del país como menciona Fernández-Christlieb, no es más que un autoritarismo renovado, pero con un mayor grado de sutileza y demagogia que se apoya en el consumo.
Ahora las relaciones de partidos políticos, gobierno y sociedad, se dan desde un esquema de mercado, marketing, persuasión, semiótica del poder en los conscientes e inconscientes colectivos. Se ha instaurado un sistema de partidos políticos mediatizantes y mediatizados por otros mecanismos de intervención hegemónica, ahora ya no de un partido dictador, sino de un modelo económico imperante, cuyos objetivos son la constitución de la estabilidad macroeconómica en beneficios de unos cuantos y la guerra de la información concierne a través de los medios de comunicación y la vendimia de los votos como producto y los partidos como marcas.
Desde el fraude del 2006, vuelve la discusión de la democracia representativa truncada y la violación de los derechos electorales de la población, volviendo a preguntarse el porqué y para qué conservan el sentido de la elección si se regresa al sentido de la imposición.
Lo que es claro, que más allá de la legitimación del poder público de la ahora “escuela dominante” disfrazada de democracia o de algún partido político que enarbole al neoliberalismo, se busca ahora la legalidad y persuasión de la hegemonía, desde un marco jurídico y psicosociológico.
Actualmente, el sistema de partidos políticos está en proceso de renovación, derivado de la discusión de la Reforma del Estado impulsada por el PRI. Un escenario de competencia interna de los partidos políticos por nombrar a los candidatos de las próximas elecciones presidenciales, generando cada vez más disgregación entre ellos mismos, como parte de la contienda electoral desde una perspectiva de mercado y marketing. Cabe mencionar, que se ha sustituido la injerencia del caudillismo por la del crimen organizado en las élites de poder, creando mafias en los mismos grupos de los partidos políticos. Y que el acercamiento oferta-demanda continua con la garantía de los derechos sociales y la generación de un ambiente laboral y competencia, pero continuando con problemáticas estructurales de antaño: el subdesarrollo, desigualdad en la distribución del ingreso, pobreza, corrupción, impunidad…la lista es larga.  

Referencias
1.      Aguilar, L. 1992. Las reformas mexicanas: hechos y agenda. En, Levine, el desafío neliberal. Norma: Colombia.
2.      Escamilla, A. 2010. Presidencialismo y elecciones en México. En el cotidiano, vol 25 (160), Marzo-Abril. UAM: México. En línea: http://redalyc.uaemex.mx/pdf/325/32512766007.pdf
3.      Fernández-Christlieb, P. 2006. Crisis de la Democracia Electoral. En González Casanova, P. (coord.), Los conceptos fundamentales de nuestro tiempo. Instituto de Investigaciones sociales de la UNAM: México.
4.      Fernández-Christlieb. 2007. De la transición democrática a un autoritarismo renovado. UNAM: México.
5.      González-Gómez, F. 1990. Historia de México: Del Porfirismo al Neoliberalismo. Quinto Sol: México.
6.      Medina-Peña, L. 2010. El maderismo: la oportunidad perdida. FCE: México.
7.      Méndez, J. 1994. La Reforma del Estado en México: alcances y límites. En, Gestión y política pública vol 3(1). México. En línea: http://www.gestionypoliticapublica.cide.edu/num_anteriores/Vol.III_No.I_1ersem/MJL_Vol.III_No.I_1sem.pdf
8.      Sartori, G. 1995. Teoría de la democracia. El debate contemporáneo. ¿Puede la democracia ser cualquier cosa? Alianza Universidad: España.
9.      Singer, M. 2010. Partido Dominante y domesticación de la oposición 1951-1963. FCE: México.
10.  Somuano, F. & Flamand, L. 2010. De las regiones al centro. La influencia del factor local en las reformas electorales federales. FCE: México.


[1] En 1989, Baja California fue el primer estado que ganó el PAN.

sábado, 20 de agosto de 2011

Blues del Sur



En Sintonía con esta combinación de flamenco con blues latino, al estilo de "Vargas Blues Band". Una excelente ejecución de guitarras por parte de Javier Vargas y de Juan Gómez el "Chicuelo".

viernes, 8 de julio de 2011

La democracia en los sistemas económicos

A continuación se presenta una breve reflexión sobre la democracia en los sistemas económicos, haciendo entrever las dinámicas y reconfiguraciones estructurales en la historia.
 
Todo sistema humano de gobierno trata de establecer su propio regimiento con base a sus necesidades y al desarrollo económico, social y cultural de la comunidad. La inherencia del hombre como ser social induce a la formación de grupos que determinan sus propias normas o pautas, sus instituciones, sus ideologías. Los esparcimientos territoriales y sus formas de producción conforman grupos más extensos, donde los principios y valores son confrontados históricamente, adaptándose a las circunstancias sociales. El sistema de propiedad es por lo regular el motor viviente y movilizante de toda política, en él giran las relaciones sociales y la especialización del trabajo que son entes evolutivos.

En las primeras formaciones sociales primitivas, el tipo de filosofía y modo productivo sostenía un gobierno salvaje, donde el empleo de la fuerza sustentaba el principio fundamental “del más fuerte”, aunque la sutileza e inteligencia del cerebro humano reforzó en demasía el progreso de la política y la economía con respecto a sus formas de organización económica y política.

La complejidad histórico-social de todo tipo de régimen reside en las adecuaciones de los sistemas económicos. De acuerdo al estudio histórico de las civilizaciones antiguas se encuentra que, la misma acumulación del capital trae consigo la formación de las clases sociales, afectando a toda una sociedad en su conjunto. Los sistemas políticos en diferentes etapas, por lo regular se sostienen en función de la participación social de ciertos sectores.

El poder político nace de acuerdo a la necesidad de representación de un grupo para establecer acuerdos con los mismos o con otros grupos sociales externos. Así, la Democracia surge como producto de la segregación de clases y la evolución propia de las adecuaciones sistémicas de la organización económica y política de la sociedad, siendo Grecia una de las naciones que ejecutaron con éxito dicha forma de organización.

Aristóteles fue uno de los pioneros pensadores de las adaptaciones y tipos de gobierno, analizando con su ya conocida lógica y su método materialista las tendencias del gobierno en un marco de la filosofía griega llegando a tres conclusiones de la clasificación del gobierno en relación con el número de los protagonistas electores participativos y en quien recae el poder: El gobierno monárquico (tiranía-una persona), el Aristócrata (oligarquía-en unos cuantos) y el de politia (democracia- el pueblo), este último mencionado en el anterior párrafo.

Algunas características fundamentales de estos tipos de gobierno son: el poder, la elección, la institucionalidad, y la constitucionalidad.

El poder se debe a la estipulación del mandato de una o varias personas representantes de un grupo social y facultado de autoridad. La elección recae en la participación de este grupo por medio de un sufragio en el caso de las democracias y oligarquías ó en el caso de la monarquía el poder está en función de la herencia; la institucionalidad está en constante armonía con los tipos de legislación en función de las necesidades culturales, sociales y políticas propias del sistema productivo y se utiliza como un aparato extensivo de representación-mediación ó representación-dominación; y, la constitucionalidad es el marco jurídico-político del regimiento que aplica, sanciona y guía las acciones del gobierno respecto a sus gobernados, adquiriendo cada vez más funciones y se sujeta al estándar histórico de su nacimiento.

En el caso de la Democracia, Del Águila (1998) hace una referencia muy importante con respecto a la formación del término, explicando su origen en las reformas de Solón en el siglo VI A.C, al terminar con el monopolio de la aristocracia, haciendo una clasificación de ciudadanos que los incluya en decisiones o elecciones de sus representantes.

Estas reformas fueron continuadas ochenta años después por Clístenes, el cual también otorgó una nueva fisonomía a la estructura social, esta división la hizo mediante la determinación de tribus, las cuales las disgregaba en demoi, así los ciudadanos tenían más pertenencia a sus grupos. El sistema de elección de los demoi eran muy parecidos a los de los alcaldes y la democracia comenzaba a surgir, derivado de la idea de la isonomia (igualdad de derechos políticos ante la ley). El demoi era un espacio de elección y de discusión de asuntos públicos, en donde no había distinción económica, filosófica o política (Del Águila, 1998).

Cabe destacar que los procesos de elección de puestos públicos sobre todo los de la Asamblea, se hacían en forma de sorteo, pero cuyos candidatos pasaban por un proceso de revisión exhaustiva sobre sus credenciales, y no había un límite específico de candidatos, generando de esta forma una competencia igualitaria y sin distinción, aludiendo a la “suerte” como un mandato divino. Sin embargo, para la ocupación de puestos públicos de mayor importancia si recurrían al sistema de votación, en donde solo los ciudadanos podían ejercer el sufragio de sus gobernantes que por lo regular y en teoría eran sabios. (Del Águila, 1998; Fernández Christlieb, 2006; Manin, 2008)

En este modo de producción esclavista, la conceptualización de la democracia era en sí un eufemismo de Aristocracia, en Grecia regían los grupos minoritarios de mayor clase y distinción. Democracia se refiere al poder del pueblo, pero ¿A cuál pueblo? De esta forma se va entreviendo como este sistema político no es más que una forma de organización electoral y que como forma de gobierno va teniendo mayor éxito en grupos pequeños.

Una contradicción misma de la implementación de la democracia en un sistema esclavista era la distinción del “ser ciudadano”, puesto que no toda la población tenía el derecho de ser nombrado de esta forma, por ejemplo, los esclavos eran objetos enajenantes y de explotación laboral que sostenían la base económica-productiva de Grecia, haciendo de esta forma de gobierno, excluyente y sobre todo enfocada a “un pueblo” no a la población en su conjunto ni dándole un reconocimiento universal, tal como pasó después de la revolución francesa.

En la época medieval, donde la agricultura preponderaba gran parte de la industria, los sistemas políticos de poder y de autoridad, existían ciertos tipos de plebiscito para la elección de los representantes comunales (parecidos a los demoi), como es en el caso del tipo de gobierno regido en las culturas del sudeste asiático (Barnes, 1955); en el apogeo prehispánico, especialmente en la era clásica de los mixtecos, zapotecas y mayas, la organización socio-política recaía en el linaje y una política e ideología influenciada totalmente por la religión y la milicia, aspectos que predominaron inclusivamente en los mismos aztecas.

Ambos casos, son consecuencia de los mismos cambios moldeados de los sistemas estructurales en las diferentes culturas. Lo anterior denota como en tiempos similares habían diferentes formas de gobierno, lo que indica que éstos son un total reflejo de la adecuación histórica de las estructuras socioeconómicas de las naciones y de sus capacidades de elección, recuérdese que la tipología política de los aztecas por ejemplo, era similar a la romana, con excepción de no ser República, pero predominaba un pre capitalismo que se resumía en esclavismo.

En la Europa occidental, los conflictos provocados por desacuerdos de los integrantes en el poder, ocasionaban cismas de magnitudes estratosféricas, como la famosa guerra de los cien años entre los galos y los sajones. La filosofía dominante en la Europa, en el mundo era precisamente el escolasticismo que aunado a las tendencias aristotélicas y los paradigmas religiosos de las civilizaciones antiguas como Egipto y Mesopotamia, rehacían un tipo de derecho ambiguo: el derecho canónico, antítesis de juristas y filósofos como Séneca, Cicerón, Plinio, entre otros, lo que realzaba mayormente la idea del derecho divino y la herencia en el caso de las monarquías.

La Monarquía junto con el poder del episcopado católico hizo del sistema de gobierno medieval un malogro del desarrollo social. El feudalismo atisba a una institucionalidad egoísta y al servicio del rey, del papa y del señor feudal. Observamos que conforme se moldea un sistema, el patrón legislativo, institucional, infraestructural se convierte en el tipo de vida humano y se instaura en las mismas reproducciones sociales de la población en su conjunto y de los ciudadanos.

Manteniendo ésta lógica, la democracia tiene todos estos aspectos, lo único que la hace diferente de los demás tipos de gobierno es la magnitud de su aplicación, participación, contribución y el resquicio a la dialéctica de los sistemas de propiedad con el reconocimiento de derechos, viéndose estos como facultades.

En los siglos del XII al XVI una serie de acontecimientos políticos y culturales provocaron las vibraciones sistémicas que apoyaron a la adecuación de un sistema con procesos más acelerados debido a su rasgo meramente comercial; el renacimiento en el siglo XIV, las ciudades-estado de Italia cómo Florencia y Venecia, las aportaciones de la ciencia del Francis Bacón y René Descartes, de una u otra manera despiertan las diversas mentalidades en el mundo con acceso a la información de los acontecimientos actualizados en esa época.

La etapa del mercantilismo, la política y la filosofía consistía en la absorción desmedida de los metales preciosos, unificando a los reinos, surgiendo los Estados Nacionales cuyas características principales son: el nacionalismo, el comercio exterior y la política monetaria, estas vertientes conducen a la nueva forma de un sistema estructural abierto y liberalizado, desencadenando de acuerdo a la adecuación histórica materialista, la clase social burguesa.

No fue sino a principios de los siglos XVIII y XIX que la tendencia del gobierno recaía en una democracia ilustrada; las manifestaciones políticas, sociales y productivas de la era moderna rompen el hielo impositivo de la monarquía, como son: la revolución industrial, la independencia de los EUA, la revolución francesa y las demás eclosiones independentistas de algunos lugares de América y Asia. Es así, como la teoría política expuesta por ideólogos de la ilustración, manifiesta el reconocimiento de los derechos humanos, el sufragio universal y el principio de igualdad ante la ley; pero es importante señalar que la clase en el poder, estaba muy lejos de acoplarse a un sistema democrático vigilante de los intereses y necesidades reales del pueblo en común.

La democracia en esta época, fue un arma de doble filo: por una parte se abría el grupo cerrado para la elección de nuevos funcionarios y por el otro, se daba la ascensión al poder de estos cargos desde la clase burguesa, estipulando un matiz si bien de mayores libertades políticas, también mostrando el umbral de una oligarquía disfrazada desde el poder económico.

Pensadores políticos como Diderot, Montesquiu, Voltaire, Rousseau, etc., presentan un estudio de las ventajas de la libertad, entre ellas el sufragio universal y secreto y la formación constitucional o un Estado de Derecho moderno. El liberalismo es acatado como filosofía, política y economía moderna, teniendo así una democracia en un nuevo sistema de propiedad: la capitalista. Los nuevos rubros estructurales residían en sociedad y contrato, Estado y política.

El surgimiento de grupos parlamentarios en representación de la mayoría del pueblo, son ejemplos claros de las nuevas instituciones que descentralizaban y limitaban el poder político, tal como lo menciona Max Weber (op cit. Gerth y Wrigth Mills, 1947). También cumplía el objetivo del derecho negativo, el cual consistía en la protección de los derechos universales del hombre por parte del Estado democrático. Sin embargo, lo anterior no era garante de inclusión social de los ciudadanos en la acción política, sino solo representaba una idea liberal que denotaba el triunfo de la burguesía y del capitalismo, pero bajo el discurso de libertad e igualdad, con la finalidad de otorgar la oportunidad a los ciudadanos de sentirse griegos nuevamente.

Si bien el liberalismo ilustrado es en gran medida una herramienta necesaria para debilitar la fuerza autoritaria y por lo tanto la calma determinante y dominante del pueblo, la realidad es que la democracia liberal, solo ha venido a cumplir un punto del cambio cuantitativo y cualitativo hacia un nuevo régimen político, un modelo de crecimiento industrial y a otra determinación de la propiedad social, es decir, ha retomado lo viejo en un escenario moderno, el capitalismo.

Jean-Marie Guehenno irrumpe todas las expectativas burguesas de la democracia, hace referencia a la reconfiguración del sistema política y plantea la interrogante precisa para el porvenir:

Vamos a darnos cuenta de que, herederos de la era de la ilustración, somos herederos amnésicos: las leyes se han convertido en recetas, el derecho en un método, y los estados-naciones en espacios jurídicos. ¿Es suficiente para asegurar el futuro de la idea de la democracia? (op cit. Noda, 2007: 5)
Todo el exceso de poder de los “gobernantes” y el empeño de los capitalistas por el crecimiento económico a costa del trabajo enajenado y de la moderna explotación del hombre por el hombre, forjan rumbos de conflictos y contradicciones como las revoluciones armadas a mediados y finales del siglo XIX, ya sea por choques de intereses de las misma clase en el poder o reacciones populares, influyendo en los diferentes cambios y movilidad de la estructura social y política, formando parte de las reconfiguraciones que se dan en el sistema capitalista en donde ya iba surgiendo la idea de “democracia y mercado”.

En el siglo XX, la democracia es adoptada como un patrón o paradigma de vida en varias naciones y culturas del mundo, formando concepciones complejas de asociación e institucionalidad. Las guerras mundiales y otros movimientos político-militares son efectos del capitalismo contemporáneo, cuya fase imperialista está propensa a la reacción inmediata de infinidades de grupos sociales contrarios.

Hasta el momento se han planteado dos cosas: toda organización política como en el caso de la democracia se define también por el tipo de modo de producción histórico, lo que permite un análisis estructural de la misma (política, cultura, economía, sociedad, historia); por otra parte se ha hecho mención que la democracia a través del tiempo ha sido retomada en Grecia, aunque (Del Águila, 1998) menciona que existían rasgos de ella en las civilizaciones de Egipto y Fenicia, se ha irrumpido por la monarquía sobre todo en la edad media, pero que se han notado vestigios de ellas en sociedades comunales asiáticas por ejemplo, y por último se ha retomado como forma de gobierno en los albores del capitalismo y la edad moderna, donde se ha instaurado en prácticamente en todos los Estados nacionales y culturas del mundo, auspiciada en su forma representativa y liberal bajo el paradigma capitalista.

Derivado de lo anterior, se plantea lo siguiente ¿Por qué la democracia siendo un discurso antiguo, surge como una respuesta nueva e inmediata a la monarquía? Obsérvese que la democracia se ha dado mayormente en los sistemas esclavistas y capitalistas, en donde la explotación del hombre por el hombre se ha dado de forma exacerbada. Tal pareciera que este juego de implementación de formas de gobierno es producto de la resistencia entre monarquías y oligarquías y de monarquías-oligarquías y población.

Ante el incremento del fenómeno de la globalización en la mayor parte del mundo, es posible que las concepciones y percepciones del sistema democrático esbocen paradigmas más completos y complejos, ahora en una época de posmodernidad y neoliberalismo, contagiando a los diferentes órdenes y divisiones de gobierno.