Es difícil contener mi fuerza interna y externa, no es un impulso, es una fuerza, no como en tu caso que es una ira.
Puedes juzgar y pensar con la lógica y la obviedad, de forma objetiva inclusive: causa-efecto.
Incluso puedes explicar todo con tu historia, con el simple antecedente saber por experiencia a qué le apuestas conmigo.
No te culpo si me igualas con tu contexto, ni mucho menos que guardes rencor en tu corazón, indiferencia y pierda tu perdón.
Solo me atrevo con vergüenza a pedirte una cosa: ¡Escucha tu corazón! y búscame en un verso que te recuerde a lo más parecido a la filosofía.
No me sigas en poesía, mantén la fe en el hombre por más que éste falle; puedes arrancarme de tu vida, pero no limpies ese olor que he dejado en tu piel.
Si de algo sirven estas palabras sin buena estructura semántica, permíteme imaginarte poeta, deja imaginarme músico en lo que me resta de esta historia, la mía, la tuya, la nuestra.
Por último, te suplico eterna y abstracta mujer, déjame tocarte... ahí, en un punto de silencio, en medio de un espacio vacío y eterno… un vals sin tono.
3 comentarios:
¡Excelente! ¿Lo escribiste tú? Lo pregunto simplemente porque el tipo de letra es distinto a tus demás publicaciones.
Pero me gustó mucho.
¿Verdad que nunca están demás este tipo de publicaciones?
Decidí cambiar de letra, para adecuarlo al estilo del texto. Hasta el momento creo que lo escribí, al menos eso me dicta mi memoria. Por cierto, un recuerdo algo difícil. Y no está demás este tipo de publicaciones. Escribimos algo?
Sí, por supuesto. Cuando quieras.
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