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domingo, 11 de marzo de 2012

Modelos Educativos Internacionales: Experiencias para el desarrollo del Sistema Educativo Mexicano desde la Administración Pública


Cuando se hace mención al sistema educativo, el país de referencia es Cuba. En este país, los alumnos de primaria obtienen excelentes resultados: más del 40% de los alumnos del tercer grado de primaria alcanzan en lectura el nivel más alto establecido por la evaluación, ese porcentaje es dos veces superior al registrado en Chile y México (UNESCO, 2010). Particularmente, el sistema cubano es el más radical, al definir a la sociedad toda como “sociedad educativa”, concepto difícilmente trasladable a otras latitudes (Ministerio de Educación de Chile, 2002).

En México, a lo largo de su historia, se ha construido un modelo educativo donde el Estado controla la regulación y planeación de la educación nacional; dicho modelo está basado en principios de obligatoriedad, gratuidad y laicismo, respaldados en la Constitución mexicana. Así mismo, ha creado instituciones como la SEP (Secretaría de Educación Pública) para que sea la ejecutora y supervisora de la educación; en un principio se creó un modelo educativo basado en las ideas vasconcelistas sobre el alcance para todos y que motive a la unidad nacional, ideas que por cierto, persisten en la política educativa cubana.

Sin embargo, después de la incorporación del modelo neoliberal y con ello la disminución del Gasto Público debido al desmantelamiento y desregulación del Estado, se ha dado más preponderancia a la competencia de la educación pública versus privada, beneficiando más a la segunda, y no se ha construido un verdadero modelo de competencias en y para los educandos, enfocado hacia el mercado de factores, específicamente al del trabajo a nivel nacional e internacional, ventaja ofuscada en el caso de Cuba por el bloque norteamericano y no aprovechada por México.

Pero la idea principal de los siguientes párrafos es describir otros modelos educativos que promueven los principios del sistema educativo mexicano, y han tenido un éxito sin precedentes, debido al buen ejercicio de su Administración Pública y a la cooperación de los actores desde lo local o regional, tales son los casos de Finlandia, Japón e India, países no socialistas que pueden servir de ejemplos para el actual sistema educativo mexicano, poniendo en evidencia que la educación es requisito indispensable para el desarrollo de cualquier país y, el Estado es el principal promotor de que esto suceda, cuestión que no ha ocurrido en México y en otros países latinoamericanos.

Modelo Finlandés
El modelo educativo finlandés se ha constituido como los mejores y más innovadores del mundo. Actualmente lidera evaluaciones internacionales, no hay universidades privadas y su educación básica es muy consistente. La carrera docente, es una de las más pagadas y de buen prestigio social, siendo un factor importante que explique el buen desempeño educativo de este país. De acuerdo a la OCDE (2010), los estudiantes mantienen altos puntajes en pruebas de matemáticas, lengua y ciencia.
De acuerdo a Jouni Välijärvi (2000, 2002 y 2008) consideró que son dos características de éxito del actual sistema educativo finlandés: la unidad y la equidad del sistema de sociedad y la formación de profesores propia.

Esto se logró gracias a la fuerte inversión en materia educativa después de la segunda guerra mundial, algo que los países africanos, algunos asiáticos y latinoamericanos no hicieron. Se construyó una fuerte red de escuelas en toda la nación y desde hace más de 60 años, el acceso a la educación fue consistente.

De manera jurídica e ideológica, se impulsó fuertemente la obligatoriedad y gratuidad de la educación, siendo el Estado, quien maneje todo el sistema educativo nacional, inclusive, solo el 9% de la población está en escuelas privadas, por lo que la educación es competencia de todos y no está de por medio el ánimo de lucro.
Esta obligatoriedad se observa en la educación básica, teniendo una estructura similar a la de México: 6 años de educación primaria y 3 años de educación secundaria. 


En materia de Gasto Público, el país nórdico invierte aproximadamente un 6% de su PIB a la educación; arriba de la inversión en México. Un reflejo de la consolidación del modelo educativo finlandés puede notarse que en las evaluaciones internacional de PISA para el 2003 para alumnos de 15 años, Finlandia ocupó el primer puesto en lectura y en ciencia, por encima de países como Canadá, Corea y Australia; en matemáticas, solo fue superado por Hong Kong; inclusive, los estudiantes de más bajo aprovechamiento sus resultados son superiores que de los propios educandos de México quien es de los países latinoamericanos que se encuentran debajo de la media de aprovechamiento, así como Argentina y Venezuela.

Regresando a lo de la formación de profesores, en Finlandia se lleva un proceso riguroso de ingreso y reclutamiento de dicha profesión, donde poco más del 20% de aspirantes pueden ingresar al sistema universitario; esto no indica un proceso de exclusión, sino de preparación rigurosa, no significa que los rechazados no estudien, sino más bien no tuvieron resultados suficientes como para dedicarse a la profesión de docente.
Otro impulso a la educación finlandesa fue la descentralización en la década de los noventa, la cual permitió darle mayor poder a los municipios y participación en la mejora del sistema educativo. Esto provocó darle mayores atribuciones a los maestros, actualmente ellos deciden sus libros de textos, el programa que sigue la escuela, fijan directivas cuestiones disciplinarias, de evaluación y la cooperación entre las escuelas y los padres. Los directores no tienen tanta injerencia política.

En resumidas cuentas, la Administración Pública juega un papel sumamente importante para evitar que se generen inequidades en función de la situación económica de las regiones y los municipios, promoviendo la inclusión de actores sociales y culturales como parte de una fuerte democratización de sus acciones en la educación pública manteniendo la siguiente lógica: no es la cantidad que se enseñe sino la calidad en la que se haga, es decir, Finlandia promueve la eficiencia y eficacia de su propia educación impulsada por el gobierno.

Modelo Japonés
El sistema educativo japonés es uno de los más sólidos y consistentes del mundo, gracias a la fuerte intervención del Estado en él. Después de la segunda guerra mundial, Japón al igual que Finlandia, decidió hacer una fuerte inversión en la educación y reconfiguró la modalidad de estudios, tipo EUA: 6 años de primaria, 3 años de secundaria inferior y 3 años de secundaria superior, siendo la educación básica, el pilar de su sistema educativo.

Una de las bases de la educación japonesa, fue la obligatoriedad, la cual se estableció desde el siglo XIX cuando se reiniciaron sus intercambios comerciales con Europa y EUA. Las escuelas hankou (Samurai) por ejemplo fueron impulsadas por los gobiernos regionales llamados HAN, la cual impulsaba la obligatoriedad de la educación, de la misma forma lo hacían las escuelas terakoya (para el pueblo).

Sin embargo, la modernización del sistema educativo japonés estuvo en relación con la protección de los intereses nacionales del Estado dado su espíritu competitivo y las dinámicas regionales que se daban entre China y Corea, que comenzaron a tomar auge después de la mitad del siglo XX. Dos fueron los rubros de tal modernización: la efectivización de la obligatoriedad y la instalación de instituciones educativas competitivas de nivel superior, con esto consolidarían la educación básica y profesional de la población, combatiendo a la inequidad social. Lo anterior se logró a través de una política educativa altamente impulsada por el Estado, de ahí la creación del Ministerio de Educación, convergiendo a los gobiernos regionales y sectores sociales que participaban anteriormente, en una política educativa nacional, es decir, comenzaron su proceso de “abajo hacia arriba”.

La política educativa, tuvo su sustento con la democratización del sistema de gobierno interno, donde promovieron el cambio de modelo de Constitución Política, cambiando el modelo alemán que aplicaban, por uno que impulsara los derechos humanos y la declaración en contra de la guerra, es decir, cooperación internacional.
Después de haber convergido en la centralización de la política educativa, se volvió a dirigir la responsabilidad política ahora a los gobiernos locales, que ya no eran constituidos en forma de feudos como los gobiernos regionales, aumentando su participación en las decisiones públicas. En ese camino de modernización imperó el paradigma de: competitividad, control, eficiencia y equidad. Combinando el sentido de crecimiento para todos.

En lo que respecta al control, el Ministerio de Educación de Japón determinó el tipo de infraestructura (con señalamientos específicos de cantidad de escuelas, profesores, demanda de alumnos, etc.) para optimizar el recurso público. También establecieron los lineamientos de supervisión de las instituciones educativas por región, logrando una uniformidad de la política pública para mantener a buenos niveles el nivel educativo de toda la nación.

En materia de competitividad, procuraron mejorar la calidad de las instituciones educativas. Así mismo, continuaron con el paradigma de “las capacidades”, las cuales debían de garantizarse con la intervención del Estado. El modelo educativo de competencias del Japón, se promueve la competencia entre alumnos, incrementando el número de postulados (motivación) y manteniendo el alto nivel académico.

En el caso de la eficiencia, el Estado japonés distribuye su limitado presupuesto hacia la formación de recursos humanos que sean importantes en sectores estratégicos de su economía, específicamente los que impulsen la modernización e industrialización. Derivado de lo anterior, es que la mayoría de los alumnos de las universidades públicas, estudiaron ciencias químicas, medicina o ingenierías enfocadas al desarrollo tecnológico. Esta clase de política hizo posible la formación efectiva de recursos humanos que sostuvieron el elevado crecimiento económico de la posguerra.

Por último, en materia de equidad, las personas sobresalientes de las diversas clases sociales tienen la posibilidad de hacer estudios superiores, debido a que las instituciones educativas han venido realizando un proceso de selección basado estrictamente en la capacidad académica de las personas, sin importar el estrato social o el nivel de renta.

En resumen, Japón históricamente diseñó su modelo educativo y se ha adecuado a dicha estructuración desde el siglo XIX y con la adecuación hacia el cambio para la protección de sus intereses nacional. La política pública descentralizada, ha promovido el desarrollo local y aspectos como control, competitividad, eficiencia y equidad en su sistema educativo nacional.

Modelo de la India
El modelo educativo de la India se rige bajo el principio de la industria de la tecnología y el conocimiento, adoptando modelo de países desarrollados como Alemania, Inglaterra y sobre todo de los EUA. Esto se puede observar en la cantidad de profesionistas indios distribuidos en todo el mundo, haciendo labores relacionadas al desarrollo de tecnología sobre todo.

A diferencia del modelo Finlandés y algo parecido al de Japón, la India ha propiciado la preparación técnica, tal como lo hicieron Francia e Inglaterra en el mercantilismo, lo que sin duda a largo plazo posicionará fuertemente al conocimiento y a la cultura, pese a que India es uno de los países que han presentado fuertes rezagos en casi todo el siglo XX.

Los modelos educativos, como el de la India, tiene como particularidad la gran inversión que llevan a cabo sus gobiernos en el sector educativo, observando cómo una política pública desarrollada con un enfoque de competitividad en sectores estratégicos de la economía, puede alcanzar resultados muy importantes y significativos, teniendo como ejemplos: la mejora de la calidad de vida y la inserción del recurso humano en la economía global de forma protagonista.

La India es un país joven de no más de 60 años desde su independencia del Reino Unido y que enfrentó los problemas de analfabetismo, desigualdad y pobreza como cualquier país de reciente creación. La política crucial del gobierno de la India fue el tomar a la educación como inversión prioritaria de largo plazo, como motor y pilar de desarrollo, algo que después de los ochenta hicieron valer, y aún más en los noventa mediante el intercambio de estudiantes y el fortalecimiento de la educación básica.

Los primeros resultados se reflejaron en el incremento de las matrículas tanto de estudiantes como de profesores, así como también de escuelas. Hoy en día y derivado del “boom” educativo, la India posee, de acuerdo a datos de la UNESCO (2010), el segundo mayor sistema académico del mundo, por arriba de países como España, Rusia, Francia, China, Inglaterra, etc.

La calidad de la educación como se ha mencionado está basada en la ciencia y la tecnología, gracias precisamente a las políticas educativas y sociales adoptadas por el Estado desde hace más de dos décadas. Recientemente se ha puesto énfasis en la necesidad de formar centros de investigación científica y técnica que han traído consigo nuevos modelos educativos basados en sectores que generan un alto valor agregado desde la educación básica o formativa. 
El sistema académico ha servido como modelo para proporcionar habilidades y competencias en el ámbito laboral profesional y técnico, que requieren las sociedades que están en vías de desarrollo.


Conclusiones
Otros sistemas educativos de economías desarrolladas, emergentes y socialistas están funcionando adecuadamente con principios e intenciones parecidas a los planteados por la estructura jurídico-ideológica del Estado mexicano, dando a entender que una de las problemáticas es la efectividad de la acción política y la funcionalidad de la Administración Pública.

El Gobierno mexicano después del proceso de incorporación del neoliberalismo y su elevación a ideología de Estado a principios de los ochenta, ha logrado un desmantelamiento progresivo de la actividad pública como eje principal del desarrollo económico, abriendo un resquicio sumamente importante para la traspolación de la dominación norteamericana en las relaciones centro-periferia y al darwinismo económico (entendido desde la ley del más fuerte) del mercado internacional presionado por los rápidos cambios tecnológicos de la globalización.

La Administración Pública debe tener en cuenta no solo en el sentido discursivo, que la educación es en términos reales el punto de cambio hacia una economía competitiva que promueve al crecimiento y desarrollo económico y social; la política neoliberal por naturaleza excluyente desde el impulso del sistema financiero a costo de oportunidad del fortalecimiento de la economía real interna, ha permeado el cumplimiento constitucional de la educación obligatoria ( por “dejar hacer”), gratuidad (por privatización), laicidad (por influencia ideológica de Iglesia-Estado), dejando en un letargo crónico al sistema educativo.

Ahora bien, la inversión o reactivación del capital, requiere en el caso de la producción con alto valor agregado, recurso humano sumamente capacitado, que desde su educación formativa, debe tener las bases para el buen desempeño de sus actividades y su debilitamiento no hace más que lograr un círculo vicioso de salarios bajos, poca especialización, procesos de explotación agudos por la estrategia internacional de la mano de obra barata como ventaja comparativa de los países subdesarrollados, altos niveles de plusvalía absoluta. Todo lo anterior: condiciones que intensifican los actuales niveles de empobrecimiento de la vida social del país.

La nula adecuación al cambio tecnológico, no solo influye en el bienestar económico, sino también provoca una exclusión de índole psicosocial, por la actitud excluyente de la sociedad enajenada por la persuasión tecnológica que desplaza al ejército social de reserva sin capacidades tecnológicas, específicamente informáticas, hacia fuera del centro, lugar de actividades poco remuneradas. 
Lo anterior es producto de la nula cultura tecnológica, es decir, se intenta lograr el acceso y uso, más no el empuje hacia la apropiación del conocimiento que mantenga una sociedad a la vanguardia, crítica e independiente.  

El sistema educativo mexicano presenta también un impedimento más, sumamente trascendente, éste es la intervención política que sirve a intereses particulares, lo que provoca que se trunquen los proyectos educativos por las alternancias de poder político (forma) y la permanencia del actual modelo neoliberal (contenido).

Retomando la experiencia de los países aquí mencionados, se pueden lograr los principios de la educación mexicana y la innovación en su sistema educativo mediante la voluntad política de la función pública, la cual impactará en sus puntos decisivos en materia de planeación, aprovechando los elementos con los que se cuentan en materia jurídica y estratégica desde lo regional y sectorial. Esta voluntad política toma como eje radical voltear la mirada hacia una vía alterna de desarrollo; mientras tanto, se debe trabajar desde la educación básica, la cual juega un papel sumamente importante y complementario para el futuro de la sociedad mexicana, desde su eficientización hasta la formación de la conciencia crítica. 


Referencias

1. Ministerio de Educación de Chile y Colegio de Profesores de Chile, 2002. “Avances del Sistema Educativo Cubano”, Agosto 2002.
2. OCDE, 2008. Panorama de la Educación 2008: Nota informativa de la OCDE para México.http://www.oecd.org/dataoecd/24/57/41288187.pdf
3.  OCDE-CERI. 1995. Our children at risk. Paris.
5. OECD, TEP. 1992. The Technology/Economy Programme, Technology and the Economy. The Key Relationships, París, OECD.
6. Olivera, Alberto J. 2002. Sociedad Civil, gobernabilidad democrática, espacios públicos y democratización: los contornos de un proyecto.
7. UNESCO, 2010. El Índice de Desarrollo de la Educación para Todos. http://www.unesco.org/fileadmin/MULTIMEDIA/HQ/ED/GMR/pdf/gmr2010/gmr2010-annex-01-edi-es.pdf
8. Välijärvi, J. (ed.) (2000) Koulu maailmassa – maailma koulussa. [School in the world – world in the school.] Report 9. National Board of Education: Helsinki.
9.  Välijärvi, J. (2008). Finlandia: los buenos resultados de su modelo educativo. Educación y Cultura.
10. Välijärvi, J. & Malin, A. (2002). The effects of socio-economic background on the school-level performances. In S. Lie.

3 comentarios:

Gilberto VL dijo...

De acuerdo, pienso que es fundamental apropiarse o crear patentes, tecnologías, etcétera. Pero además que sean apoyadas.

Con respecto a los otros modelos, sí, es bueno retomar, mas no importar intactos los modelos educativos que es el problema que hemos tenido permanentemente.

Por cierto, me acorde de una serie llamada love hina, donde un tipo sufría bárbaro para entrar a la Todai(Universidad de Tokio) jajaja :P

Rolandh dijo...

Para complementar este buen artículo, sugiero que lean por aca: http://monterrey.milenio.com/cdb/doc/impreso/9110789?quicktabs_2=2

Como bien se puede deducir de los contrastes que se hacen en el artículo, no existe receta de modelo educativo que se pueda aplicar íntegramente a un país. El punto es encontrar los engranes que mejor se ajusten para echar a andar la educación en México.

Saludos.

Rolandh dijo...

Para complementar esta buena lectura, sugiero: http://monterrey.milenio.com/cdb/doc/impreso/9110789?quicktabs_2=2